Silent Heart Attacks

Ataques cardíacos silenciosos

Ataques cardíacos silenciosos

Los ataques cardíacos (también conocidos como infartos de miocardio, MI) generalmente se presentan como eventos dramáticos. En la televisión vemos escenas de personas que caen al suelo agarrándose el pecho con un dolor agonizante mientras sufren un ataque al corazón. Esta imagen mental está incrustada en la sociedad actual, sin embargo, en realidad es solo una pequeña parte de la realidad de los ataques al corazón.

Un ataque cardíaco se puede definir como un bloqueo repentino del flujo de sangre al corazón, generalmente debido a un coágulo de sangre y puede incluir síntomas como dolor en el pecho, presión en el pecho, dolor en el brazo y el cuello, dificultad para respirar, mareos y fatiga. Sin embargo, en muchos casos, los síntomas nunca se notan o desaparecen con el tiempo. Esto hace que los pacientes no busquen atención médica, lo que significa que el ataque al corazón pasa desapercibido y, a menudo, solo se nota días, meses o incluso años después de que se produce. A veces, los ataques cardíacos silenciosos también pueden confundirse con fatiga o una leve molestia física. Los ataques cardíacos silenciosos pueden causar menos perturbaciones, pero no son menos dañinos. Como resultado, la circulación se ve afectada, parte del músculo cardíaco muere, lo que provoca efectos secundarios a largo plazo. Además, tener un ataque al corazón silencioso aumenta el riesgo de tener otro ataque al corazón que podría ser fatal.

Un estudio publicado en 2015 siguió a 2000 personas, de 44 a 85 años sin enfermedad cardiovascular conocida. Después de 10 años, al 12 % de los participantes se les diagnosticó cicatrices en el miocardio, evidencia de que se había producido un ataque al corazón. Sorprendentemente, el 80% de estos participantes que parecían tener un ataque al corazón desconocían su condición.

Mientras tanto, la Fundación Británica del Corazón hace referencia a un estudio noruego que descubrió que los ataques cardíacos silenciosos ocurren más en las mujeres, porque el umbral del dolor de las mujeres es más alto que el de los hombres, por lo que es menos probable que se den cuenta de que están teniendo un ataque.

Conozca sus factores de riesgo

Los ataques cardíacos silenciosos representan un desafío serio y generalmente se detectan solo después de que se haya examinado un electrocardiograma (EKG) o un ecocardiograma, lo que indica el daño del músculo cardíaco. Sin embargo, ser consciente de sus factores de riesgo y realizar chequeos regulares puede disminuir su riesgo de tener un ataque cardíaco silencioso o no silencioso. Los factores de riesgo de un infarto silencioso son los mismos que los de un infarto con signos más aparentes.

Incluyen:

Edad: la mayoría de las personas que experimentan un ataque cardíaco tienen 55 años o más.

Género: Los hombres tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que las mujeres y los hombres tienen ataques más temprano en la vida.

Antecedentes familiares: si tiene antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, tiene una mayor probabilidad de desarrollar complicaciones cardiovasculares, incluido un ataque al corazón. Si bien este es un factor de riesgo no modificable como el sexo y la edad, es importante evaluar este riesgo para que pueda modificar sus hábitos de vida.

Tabaquismo: Fumar cigarrillos es un poderoso factor de riesgo independiente de enfermedad cardiaca. Fumar daña el revestimiento de las arterias y reduce la cantidad de oxígeno en el torrente sanguíneo. La nicotina en los cigarrillos hace que su cuerpo produzca más adrenalina, lo que provoca un aumento de la presión arterial y un ritmo cardíaco más rápido.

Estilo de vida sedentario: la inactividad psíquica puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto. La actividad física moderada a vigorosa regular ayuda a disminuir el riesgo. El ejercicio también puede ayudar a controlar el colesterol en la sangre, la diabetes y el peso.

Presión arterial alta: La presión arterial alta aumenta el trabajo del corazón, lo que hace que el músculo cardíaco se vuelva grueso y rígido. Este endurecimiento del músculo cardíaco hace que el corazón funcione de manera anormal.

Niveles altos de colesterol: cuando hay demasiado colesterol en la sangre, puede acumularse en las paredes de las arterias, lo que a su vez puede provocar un ataque al corazón, ya que las arterias se estrechan y se suministra menos oxígeno y sangre al corazón.

Si cree que podría haber descartado un ataque cardíaco silencioso, es importante que hable con su médico. Una evaluación de sus síntomas, perfil de salud, antecedentes familiares y un examen físico pueden ayudar a decidir si se necesitan más pruebas.

Prevención

Usted puede reducir significativamente su riesgo de sufrir un ataque al corazón haciendo cambios simples en su estilo de vida hoy. El ejercicio regular mejora la salud cardiovascular, reduce el estrés y combate la obesidad. Eliminar los alimentos procesados ​​y los alimentos con alto contenido de grasas saturadas también puede reducir los niveles de colesterol. Al hacer estos simples cambios de estilo de vida hoy, puede proteger su corazón y reducir su riesgo de enfermedad cardíaca.

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